Una cultura hedonista y relativista induce a la corrupción
Escrito por: MINERVA ISA ( m.isa@hoy.com.do)
Ganamos modernidad, cosmopolitismo, diversidad, pero perdimos valores y creencias que perfilaban la dominicanidad, que fueron norma conductual, parte constitutiva de la nación.
Las barreras de la insularidad se desplomaron. Históricamente hemos tenido paradigmas en modelos extranjeros que influenciaron nuestro estilo de vida, aunque nunca como en este primer decenio del siglo XXI la interculturalidad que dimana de la globalización había acelerado tanto la evolución de la identidad dominicana, el proceso de hibridación que la transforma.
Hechizados con el materialismo, privilegiamos el tener más que el ser y el hacer, abandonamos las utopías liberadoras, los ideales de superación colectiva, el compromiso social, y optamos por las soluciones individuales con una creciente pérdida de lazos de integración social, confinando lo colectivo al ámbito familiar o a la parcela política. >