lunes, 2 de agosto de 2010

A cuidar nuestras cuerdas vocales

                                                                                                        
Los hilos que mueven la voz


LAS CUERDAS VOCALES FORMAN EL APARATO FONADOR QUE GENERA SONIDOS
1) Una visita al otorrino permite descubrir cualquier problema en las cuerdas vocales. 2) Gritar es una conducta errónea que afecta las cuerdas. 3) Hay profesiones que pueden poner en riesgo la voz. 4) A través de la fibrolaringoscopía se identifican las patologías cordales.
li.misol@listindiario.com
Santo Domingo
La capacidad de comunicarse a través de sonidos coordinados es una cualidad humana apreciada, aunque muchos suelen usar su voz a diario sin darle el valor y cuidado que merece. Quienes tienen el don de poder hablar a veces ni se acuerdan que lo poseen a menos que ocurra algún incidente que se lo recuerde.>

Las cuerdas vocales son parte de la laringe y las responsables de la producción de la voz, pues conforman el aparato fonador que genera los sonidos que luego boca y lengua modulan. Se trata de dos músculos vocales elásticos que vibran con el paso del aire. Como indica la otorrinolaringóloga Andreisy Rosario, “la regularidad en esa vibración produce una voz de calidad”.
Laringitis
La laringitis aguda es la más frecuente, y es producida por infecciones respiratorias de las vías altas, siendo esta dolencia común en mujeres y niños y causada por un virus. Es una de las enfermedades causante de la disfonía, aunque mejora con tratamiento sintomático y reposo del habla. En cambio, la crónica “aparece cuando no mejora la laringitis aguda y es debida a una bacteria”, explica la otorrino. Informa además que esta dolencia conlleva tratamiento sintomático y que puede asociarse a la presencia de reflujo gastroesofágico.
DIAGNÓSTICO DE LAS PATOLOGÍAS
Cuando las cuerdas dejan de vibrar sobreviene la ronquera o disfonía, “este es el principal síntoma en cuerdas vocales afectadas”, dice la otorrino Andreisy Rosario. Entonces hay que acudir al otorrino para una evaluación completa para obtener un diagnóstico. Para ello, el médico debe crear un historial completo para conocer desde hábitos tóxicos hasta ocupación. En la evaluación se realizan métodos diagnósticos para evaluar la laringe, como la fibrolaringoscopía, procedimiento que ha facilitado el examen completo de la laringe.
Las patologías de la voz deben ser corregidas
Las cuerdas vocales son músculos flexibles que vibran ante el paso del aire por la laringe permitiendo la producción de la voz o fonación. Aunque pocos las recuerdan, hay quienes las utilizan a diario para ganarse el sustento, tal es el caso de maestros, periodistas y locutores, cantantes, actores, predicadores, políticos y hasta operadores de llamadas telefónicas en los populares call centers.
Una dolencia como la laringitis puede afectar las cuerdas, pero hay otras patologías.
Nódulos
“Los nódulos son de las patologías más frecuentes y producidos por el mal uso de la voz”, explica la otorrinolaringóloga Andreisy Rosario. Añade que luego del su diagnóstico el paciente se envía a terapia del habla y si no hay mejoría se realiza una microcirugía laringea para extirparlos.
La fonoaudióloga Paula Ferder explica que el nódulo es semejante a un callo. “Se trata de una disfunción que se puede modificar modificando la conducta errónea de la voz que lo causó”, dice, aunque menciona casos de profesionales en riesgo que luego de 20 años hablando mal tienen lo que se llama cuerda polinodular, es decir, llena de nódulos, en la cual la terapia no es suficiente.
Pólipos
Los pólipos también son muy frecuentes y aparecen más en hombres, a diferencia de los nódulos, más vistos en mujeres y niños. “Estos no mejoran con terapia del habla, por lo que su tratamiento es quirúrgico”, explica la otorrino. En cambio la fonoaudióloga Paula Ferder, experta en rehablitación foniátrica, asegura que en la presencia de un pólipo se ha descubierto que la terapia es útil antes de la cirugía.
“Hoy se sabe que cuando hay pólipo se debe hacer un trabajo previo de relajamiento y respiración porque el pólipo es una inflamación, un pedazo de carne que tiende a crecer y que provoca que se edematice la cuerda vocal”, advierte Ferder. Añade que luego de desinflamar la cuerda en terapia el otorrino podrá quitar el polipo sin temor a que parte de la cuerda pueda ser extirpada también en el proceso.
Parálisis
Las parálisis de cuerda vocal también son frecuentes. Rosario comenta: “Pueden ser congénitas debida a trastor nos neurológicos o adquiridas luego de un postquirúrgico o a causa de una neoplasia”. Sobre las parálisis postquirúrgicas Ferder menciona como muy común la causada por extracción de tiroides, “en la maniobra muchas veces se toca un nervio que puede afectar una de las cuerdas y se produce una parálisis”, dice.
Además pueden presentar patologías como edema de Reinke, úlcera de contacto o granuloma, quiste intercordal, hematoma de cuerda vocal, hiatus y mutismo vocal incompleto. “También se presentan patologías psicógenas de la voz como la afonía histérica”, dice Ferder. En esos casos debe intervenir un psicólogo.
El papel del foniatra
Una vez el otorrino identifica una patología de cuerda vocal, corresponde al foniatra o fonoaudiólogo la terapia. Para realizar bien su trabajo, este especialista requiere de un diagnóstico “bien hecho, objetivo, específico, con una buena descripción de cuál es la disfunción”, indica Ferder. Se trata de un trabajo en equipo.
Aunque el tratamiento depende de la patología, el fonoaudiólogo debe enseñar a respirar, trabajar toda el área muscular del cuello y los hombros con relajación y lograr la recolocación o impostación de la voz.
REALICE UNA LABOR DE PREVENCIÓN
Las disfonías (ronqueras o cambios en la voz) de más de 15 días de duración deben ser estudiadas. La prevención tiene que ver con las medidas de higiene vocal, fundamentales en el tratamiento del paciente con alteraciones de la voz, especialmente en las disfonías disfuncionales, aunque serán beneficiosas en cualquiera de ellas. Estas son las medidas:
 No fume, evite el alcohol y haga lo posible por restringir el café.
 Evite las comidas picantes y las bebidas muy frías o muy calientes.
 Evite los ambientes cargados de humo y/o polvos y gases de productos irritantes.
Limite la cantidad de tiempo de habla, sea personalmente como por teléfono o celular, muy especialmente cuando padezca infecciones respiratorias de las vías altas.
 Utilice un tono e intensidad de voz óptima, no grite, no ría demasiado fuerte y no hable a distancia.
 Evite hablar por encima de un ambiente ruidoso.
 Disminuya la velocidad del habla y hable pausadamente.
 Evite el aclaramiento continuo de la voz, así como la carraspera y la tos.
 Evite hablar durante esfuerzo o ejercicio físico.
 Evite posturas tensas al hablar, intente relajar los músculos de los hombros y cuello.
 Tome abundantes líquidos.
 Personas con ocupación que conlleve abuso de la voz (profesores, religiosos, políticos, operadores de llamada) deben tomar terapia del habla.
En caso de aparecer disfonía, acudir de inmediato al otorrino.



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