miércoles, 21 de julio de 2010

PARA TOMAR MUY EN CUENTA


Nuevas claves para cuidar la salud según cada edad


Prevenir desde la infancia y ser constante con los chequeos. La mayoría de las enfermedades -como las cardiovasculares, la diabetes y los ACV- pueden evitarse con cambios de hábitos y exámenes para detectarlas a tiempo. Las recomendaciones de los expertos.
Vida cotidianaLas enfermedades pueden prevenirse o retrasarse. Por eso, las asociaciones médicas de cada especialidad están enfatizando en prestarle más atención al estilo de vida y a los chequeos desde la infancia, e ir adaptándolos a cada edad. Son nuevas claves.
Estamos cambiando la mirada hacia la salud de los niños , especialmente al desarrollo temprano de la obesidad, como una manera de prevenir enfermedades a futuro”, contó Sergio Britos, profesor asociado de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA). También se piensa en el consumo de lácteos como medida de prevención de osteoporosis en la adultez”, agregó. Es decir, todo lo que se haga por el organismo desde el nacimiento repercutirá en las décadas siguientes . En los menores de dos años, cumplir con el calendario oficial de vacunas del Ministerio de Salud de la Nación es vital. Este año, se agregó la vacuna antigripal. Entre los 9 meses y el año, deberían hacerse análisis de sangre para ver niveles de hematocritos y hemoglobina, según la Sociedad Argentina de Pediatría. En tanto, después de los 2 años, pueden hacerse el control dental cada seis meses. La presión arterial, recomiendan, debe tomarse anualmente a partir de los 3 años, y la visión y el oído puede evaluarse cada dos años.
En la adolescencia, los especialistas están aconsejando la consulta sobre la salud sexual, y no descuidar la presión arterial ni el estado de los dientes. Además, se agrega el tema de la salud mental de los adolescentes, porque en el 90% de los suicidios existe una depresión anterior que no fue detectada.
Más adelante, enfatizan –en el caso de las mujeres– en hacerse el Pap para detectar lesiones tempranas en el cuello del útero o tomar ácido fólico para evitar malformaciones en los bebés.
A partir de los 50, recomiendan consultar por los chequeos para el colon para ambos sexos, y por la próstata.
Hay también mucho por hacer para prevenir enfermedades no transmisibles. Adolfo Rubinstein, director general del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria y jefe de medicina familiar del Hospital Italiano, afirmó que 3 de cada 4 muertes o discapacidades en la Argentina son por enfermedades crónicas : diabetes, EPOC, cardiovasculares (infartos, ataques cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca) y algunos tipos de cáncer.
A su vez, “el 65 por ciento de esas enfermedades están causadas por tres factores de riesgo principales: el consumo de tabaco o la exposición al humo, el consumo de grasas no saludables, y además el sedentarismo”, añadió Rubistein, basándose en un trabajo epidemiológico que realizó y publicó en la revista Panamericana de Salud Pública.
Es mucho lo que falta hacer desde lo comunitario, opinó. “Todavía, la Argentina no ratificó el convenio marco para el control de tabaco, impulsado por la OMS. Los espacios físicos no son funcionales para que la gente haga actividad física, y debería debatirse cómo se penaliza la venta de alimentos ricos en grasas trans . Otra traba es que hay una gran fragmentación del sistema de salud que obstaculiza que el Ministerio de Salud de la Nación pueda hacer política pública enfocada a la prevención secundaria, que consiste en detectar enfermedades cuando todavía no dan síntomas.
“ El mejor momento para adoptar los hábitos saludables, como el consumo de verduras, es durante los primeros años de vida : los chicos pueden aprender a comer bien o se puede trabajar con los docentes y los padres para que no empiecen a fumar en la adolescencia”, comentó Rubinstein.
Se está dando un cambio de paradigma en la atención de la salud. Antes todo recaía en el poder de la palabra y el control médico.
Ahora se reconoce que es la propia persona quien tiene el derecho a manejar su salud y no esperar a que la enfermedad se desarrolle . “Los médicos pueden hacer aritmética para resolver enfermedades, pero los cálculos pueden no cumplirse –resaltó el cardiólogo Daniel Flichtentrei, que analiza la relación médico-paciente–. Muchas veces, los pacientes ignoran que saben. Hoy se necesita que los médicos sean guías dispuestos a acompañarlos y señalarles el rumbo”.

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