sábado, 22 de enero de 2011

Lactar reduce riesgos de padecer cáncer

El progreso médico ha hecho que cada vez más pacientes atacados por cáncer en su infancia logren sobrevivir, en Estados Unidos 80% de los niños y adolescentes logran vencer a este mal; sin embargo, aunque no se tienen cifras exactas, es conocido que al paso de los años estos pacientes presentan riesgos de salud conocidos como 'efectos tardíos'.>
En Estados Unidos, científicos del Hospital Infantil de Investigación St Jude, se dedicaron a investigar los efectos tardíos del cáncer en las mujeres que padecieron esta enfermedad durante su infancia.
Identificaron tres de los efectos que comúnmente se presentan en estos pacientes:
1.- Déficit de densidad mineral ósea.
2.- Síndrome metabólico, el cual suele producir obesidad, diabetes y enfermedad cardiovascular.
3.- Riesgos de desarrollar otros tipos de cáncer, como el de mama.
En el caso de los primeros se ha percibido que ese déficit llega a afectarles al grado de que sufran osteoporosis prematura, mientras que a los segundos los problemas metabólicos aumentan años después, sobre todo en pacientes que padecieron leucemia linfática, cáncer testicular o se les sometió a trasplantes de médula ósea. En conclusión, es un hecho que quienes lograron superar el cáncer infantil presentan mayor riesgo de que años después padezcan de nuevo la enfermedad; las mujeres son más vulnerables que los hombres debido al cáncer de mama.
Como resultado de sus análisis, los miembros del Hospital Infantil de Investigación St Jude encontraron un paliativo que minimiza el riesgo en estas pacientes: amamantar reduce las posibilidades de desarrollar los 'efectos tardíos' que mencionamos. ¿Por qué?, después de la lactancia la densidad ósea de las mujeres a menudo excede los niveles logrados antes del embarazo por el calcio que a través de la leche materna estará brindando a su hijo; también se ha comprobado que la lactancia reduce los índices de obesidad, y lleva a un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
El doctor James Klosky, quien dirigió el estudio, destacó: "Nuestro mensaje es que la lactancia, además de la dieta y el ejercicio, de evitar el consumo de tabaco y de comprometerse en una conducta sexual segura, debe ser una recomendación más para que las sobrevivientes al cáncer infantil puedan disminuir potencialmente los efectos tardíos adversos de los tratamientos para el mal".

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