martes, 6 de julio de 2010

TODOS ESTAMOS DE ACUERDO




El silencio beneficia la salud

Por Fernando Marte ( el caribe )

Difícilmente se nos haya ocurrido pensar que cuando hemos dicho, leído y escuchado tantas cosas y no encontramos explicación a nuestras interrogantes, el silencio nos puede decir lo que deseamos escuchar.
En la vida somos incapaces de hacer muchas cosas, pero sin duda alguna lo que menos podemos lograr, por nuestra condición humana y nuestro deseo de hacernos sentir, es mantenernos callados. Sin embargo, ese elemento nos evoca a un acontecimiento de profunda importancia para nuestra existencia: el encuentro con uno mismo, que no puede ser efectivo si no tenemos la virtud de hacer silencio y mirarnos hacia adentro.Cuando hacemos silencio y nos encontramos con nosotros mismos, sin lugar a dudas, nos asalta el temor al ver nuestras miserias, que no podrán eliminarse de nosotros si no somos capaces de detectarlas y trabajarlas. El ruido nos envuelve y no nos deja ser entes de raciocinio, pues nos convoca a vivir sin analizarnos, para que no seamos conscientes de lo que somos y de las potencialidades que poseemos.Jaim Etcheverry acota: "Tal vez nos aferramos al ruido porque el silencio nos recuerda nuestra mortalidad, como anticipo del silencio eterno que nos aguarda". Hacer silencio es una tarea casi impuesta por las circunstancias que puedan estar motivando el momento, pero no por un acto consciente en que sintamos la necesidad de dejar que sean los acontecimientos de la vida que nos enseñen a conducirnos.Sin duda la Ley del Silencio es una de las principales cualidades del estudiante. Pero, cuán difícil es mantenerse silente en una sociedad que casi continuamente nos impulsa a la acción, al ruido, a la elección y al juicio.En definitiva, en el silencio es donde encontramos las explicaciones que nos pueden conducir a una mejor convivencia humana, a una mayor valoración del tiempo y a un estadio de comprensión de la realidad que nos envuelve.
Brinda paz y sanación
En un momento determinado, Fray Carmelo Ríos, dijo que “en el mundo, en todas las épocas se ha alabado la virtud del silencio. Los hombres han aprendido que guardando silencio en el exterior y en el interior del ser, una voz les hablaba, un cántico sonaba en las esferas del Universo”.No se equivocó Jorge Lavat cuando en su Desiderata expresó "Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que hay paz en el silencio”. Ya lo predijo la doctora Olga María Reenvil: “Si no sabemos hacer silencio no encontraremos respuestas que nos permitan organizarnos de tal manera que enfrentemos los problemas de la vida”.
Es autocontrol
El silencio interior es la dirección del pensamiento, apartando de la mente la especulación inconsecuente y los sueños. Penetrar el silencio, entonces, es establecer una condición de control creado en nosotros mismos. El doctor César Mella estableció en el silencio una forma de meditación que permite lidiar con las dificultades mentales y encontrar soluciones a las dificultades internas. “El predominio del silencio en nuestras vidas no constituye una muestra de ignorancia, sino de contemplación e introspección que nos llevará a ser mejores y mas conscientes”, dijo Mella.