miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿Existen las relaciones destructivas?

Muchas relaciones son mantenidas apoyadas en comportamientos poco recomendables, donde impera la falta de respecto y el ambiente se torna peligroso
Vivimos en un mundo donde aparentemente todo es perfecto y nos encontramos con parejas que a simple vista mantienen una relación perfecta. Es en esos momentos cuando decimos: “¿por qué no puedo tener una relación normal, llena de felicidad, como la de ellos?”>.
 Naturalmente, en ocasiones desconocemos o no queremos reconocer que esa relación, a la que llegamos incluso a tenerle “envidia”, también tiene sus problemas y quizás anhela tener una relación como la de alguien más. Estos pensamientos negativos, va llevando poco a poco a una relación destructiva, ya que no hacemos nada para tratar de mejorarla, sino todo lo contrario, a través de las comparaciones se va en decadencia, convirtiéndose en una monotonía.
La doctora Ana Luna Espaillat aclara que la relación destructiva es aquella en la que existe presencia constante de agresión emocional, sexual, psicológica o físicamente, que conlleva al desgaste del espíritu de la persona afectada. Existe un intercambio constante de lucha de poder, dominio y sumisión que se incrementa con el tiempo. Así mismo las personas que se relacionan con adictos, tienen a entablar relaciones tóxicas. Pero, ¿qué pasa cuando la mujer o el hombre no reconoce que está en una relación destructiva? Ese es uno de los problemas más grande. Aunque él o ella no reconozca que se encuentra en esta telaraña emocional, las demás personas fácilmente sí pueden identificarla. Lo primero es que sus vidas están llenas de ansiedades, posiblemente con depresión, síndrome post-estrés traumático, siempre triste, envenenada espiritualmente y que destila un odio visceral.
Esperanzas
Gracias a Dios que todo tiene solución, y para salir de este trance sólo se necesita poner un poco de esfuerzo y voluntad. Luna aconseja a todo aquel que esté pasando por una situación similar buscar apoyo profesional, si se desea o no continuar con la relación de pareja, y protección jurídica, en caso de que exista algún tipo de violencia. “Hay casos en que la relación se hace abusiva, entre ellas: golpes, fraudes, estafas, prohibición de asistir a los centros religiosos o filosóficos de su preferencia; prohibición de usar ropa; control del dinero que debe aportar en el hogar, hasta el pelo, de tal o cual forma lo debe llevar; celos; persecusiones y amenazas de muerte”, apuntó la psicóloga.
Cuando se está en una relación destructiva se pasa más tiempo en tensión, peleando e insultándose que momentos de alegría, de tranquilidad. El miedo, la manipulación imperan, así como las enfermedades psicosomáticas. Esa relación se mantiene cumpliendo un ciclo: fase de calma y reconciliación, fase de tensión acumulativa y fase de maltrato agudo.
Factores que alimentan la relación
Entre los factores que influyen en este tipo de relación figura: baja autoestima y un pobre concepto de uno mismo, mantener a “salvo” al otro miembro de la pareja, asumir el rol de la víctima, el miedo a la soledad en pareja, necesidad de sentirse querido y apreciado por la pareja, la necesidad de cumplir con un rol social, el temor o el miedo al éxito o al fracaso, amar más a la pareja que a uno mismo y prevenir de una familia de origen tóxico o destructivo.
A veces se hace difícil salir de una relación dañina por sí sola, resultaría muy difícil salir de una relación abusiva, pero ésto no quiere decir que sea imposible, es por ello que la doctora sugiere que no guarde silencio, “no se quede callado, comuníqueselo a alguien, un amigo, familiar, líder de su comunidad o de su iglesia, y si no logra respuesta adecuada, acuda a las autoridades, a las fiscalías barriales, ellos le indicarán que hacer, recuerde que lo más importante es la vida” puntualiza.





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