lunes, 18 de octubre de 2010

Cáncer y embarazo

UNA DE CADA 1,000 Ó 1,500 EMBARAZADAS PRESENTA ALGUNA NEOPLASIA ASOCIADA A LA PREÑEZ
 Las embarazadas con cáncer representan el 0.8% de los tumores que afectan a la mujer.
jaclin.campos@listindiario.com
Santo Domingo
La literatura clínica reporta que una de cada 1,000 ó 1,500 mujeres embarazadas presenta cáncer asociado a la preñez, es decir, una malignidad diagnosticada durante la gestación o el año subsiguiente a ésta.>
Esos casos constituyen el 0.8 por ciento de todos los cánceres que afectan a la mujer. Y, aunque la cifra parezca poco significativa, supone serias implicaciones éticas, psicológicas y, en países como República Dominicana, legales.
“Afortunadamente la población de embarazadas con cáncer es muy baja, pero es altamente conflictivo una vez que ocurre”, dice Rogelio Prestol Puesán, oncólogo del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter y de la clínica Vistas del Jardín.
En ocasiones es posible salvar tanto a la madre como a su hijo, pero en otros casos no. ¿Qué hacer entonces? ¿Dar prioridad a la vida de la mujer o a la del bebé? ¿Retrasar el tratamiento para no afectar al producto, bajo riesgo de que las células malignas sigan multiplicándose? ¿Iniciar la terapia y poner en peligro la salud del que está por nacer? El estadio del cáncer, el tiempo de embarazo, la edad de la mujer y el tipo de malignidad que padece son algunos factores que, según Prestol Puesán, deben evaluar el equipo médico, la paciente y su familia antes de tomar una decisión.
El retraso del embarazo y la detección cada vez más frecuente de neoplasias despierta el temor de un aumento en la incidencia de embarazos concomitantes con cáncer.
ABORDAJE:
En países en vías de desarrollo, el cáncer de cuello uterino es el que más frecuentemente se diagnostica durante el embarazo.
Métodos diagnósticos como mamografías y radiografías están contraindicados, pero sí se pueden realizar ultrasonidos.
Si el cáncer se detecta en el primer trimestre de gestación, dice el oncólogo Rogelio Prestol Puesán, se debe priorizar el combate de la enfermedad, pero el tratamiento en este período afecta el desarrollo del feto y, por eso, algunos médicos recomiendan la interrupción del embarazo.
A partir del segundo trimestre de preñez, se puede aplicar quimioterapia sin riesgo de malformaciones para el bebé. La radioterapia está contraindicada.
Ser madre tras vencer el cancer
El diagnóstico de cáncer con frecuencia limita las posibilidades de un futuro embarazo. Pero no siempre.
Una mujer a la cual se le detecta un tumor en fase temprana y que supera con éxito el tratamiento tiene esperanza de concebir.
“Existe la posibilidad, aunque es el grupo menos frecuente”, dice Rogelio Prestol Puesán, oncólogo del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter y de la clínica Vistas del Jardín.
“Un embarazo ulterior va a depender de que esa enfermedad sea detectada muy a tiempo”.
La quimioterapia, la radiación y algunas cirugías pueden provocar insuficiencia ovárica. De ahí que, ante un diagnóstico de cáncer, la paciente vea alejarse sus posibilidades de convertirse en madre si aún no lo es, o de tener más hijos.
“El hecho de padecer cáncer lleva a la paciente a recibir una serie de tratamientos que, si son los típicos agentes de quimioterapia, van a atacar células no solamente malignas, sino también benignas, como las del ovario, por tal razón esto puede limitar por completo o parcialmente la futura maternidad”, explica Prestol Puesán.
Casos
A mujeres que padecen tumores relacionados con la producción de determinadas hormonas (estrógenos y progesterona) se les recomienda la histerectomía; sin embargo, de acuerdo con Prestol Puesán, esta indicación no es imprescindible.
Cita la manipulación endocrina como una de las alternativas para dichos casos. La paciente se somete a la inhibición de la función ovárica, y, una vez suspendido el tratamiento, los ovarios entran nuevamente en funcionamiento. Tras su recuperación y un estricto seguimiento médico, la mujer tiene posibilidades de embarazarse.
El cáncer de cuello uterino, el más frecuente en países en vías de desarrollo, constituye otro ejemplo de neoplasias tras las cuales se podría concebir.
En etapas avanzadas la solución es la cirugía radical; no obstante, si el problema se detecta en un estadio temprano, se puede realizar una conización sin comprometer la fertilidad de la mujer.
Una sobreviviente de cán cer que se embaraza es, en opinión de Prestol Puesán, “una mujer privilegiada”, pero “hay que darle seguimiento muy estricto porque, aunque el embarazo per se no es una patología, es lo que más se parece a ella”.
“Toda mujer que ha sufrido cáncer, se le ha detectado y ha logrado superarlo debe ser muy estricta con sus chequeos periódicos con sus médicos”, concluye el galeno.
Cáncer y embarazo concomitantes
En el libro “Obstetricia moderna”, Sara Ott y Juan Carlos Pozo dedican un capí- tulo al tema del cáncer concomitante con el embarazo.
Los autores dicen que las neoplasias malignas más comunes durante la gravidez son cáncer de mama, cáncer del cuello uterino, linfoma, melanoma, leucemia, cáncer de ovario y de colon.
Señalan, asimismo, que el embarazo no suele interferir con el desarrollo biológico normal de la enfermedad.














No hay comentarios: